domingo, 24 de abril de 2011

Para mis chicas

Hola, digo en plan posesivo mis chicas, porque cuando miras a la cara a algunas personas algo pasa que ya no te puedes olvidar de sus ojos, y hay algo que te engancha y aunque no las veas ame nudo ya no te olvidas de ellas y pasan a ser tuyas, o mejor pasan a ser algo importante en tu vida, esto me ha pasado a mi con 7 abogadas jóvenes, guapas y muy comprometidas que van a la parroquia de San Carlos Borromeo.          Empiezo con Diana: cuando la vi el primer día en la parroquia fue una sorpresa, yo que no sabía nada de que habían aumentado las abogadas me encuentro con lo siguiente, una rubia muy guapa bastante seria, un poco altiva pero hay amigos, resulta que de altiva nada, de ser seria menos, vamos lo justo, pasado los primeros días ves a una persona muy comprometida, no se amedranta con ningún cliente, bien sea extranjero o español, por cierto en entrevías la tocan los que mas problemas tienen, Diana a quien recibe y atiende lo hace gratis, luego en el turno de oficio la toca a cualquier hora, cuando la llaman, de noche, de madrugada... aveces empalma un día con otro, por cierto en el turno de oficio cobran tarde o nunca, ¡qué cabrones los que pagan! la chica tiene muchas virtudes, pero resulta muy largo de contar ¡te quiero Diana!.
Amparo: llegó igual, un día la vi delgadita y muy poquita cosa, pero muy, muy solidaria, sobretodo con las personas que están en la cárcel presas, también Amparo está en la parroquia sin cobrar un duro, ¡qué grande es Amparo! te quiero.
¿De Rosalia qué os cuento? está trabajando todo el día en un hospital y va a la parroquia también, al ser enfermera todos nos apollamos en ella, después de ejercer en la parroquia como abogada la molestamos, sobre todo yo, con nuestros males ¡qué buena persona es! Rosa te deseo lo mejor y a tu Pedro también.
Patuca: cuando la conocí hace años no pensé ni por lo más remoto que con su juventud tuviese tantos ovarios, no se achanta ante nada ni nadie, comprometida hasta lo más, inteligente, no puedo calificar del uno al infinito ¡te quiero Patuca!.
Maricarmen: viene de muy lejos, también a ayudar a la asesoría jurídica, cuando marcha a su casa en el coche yo pienso, tan lejos que vive y viene aquí por nada, deja a sus 2 hijos y está con los más tirados de la Tierra, ¡qué grande eras Maricarmen! te quiero.
Me falta Sonia, pequeñitra como el perfume, ¡pero joder con Sonia! tiene también 2 niños, lleva toda la vida al lado nuestro, dando el cayó, da igual moros que cristianos, un día se la llevaron la policía de rehén en un movilización nuestra, ella estaba por si nos detenían como apoyo jurídico y la detuvieron a ella y se la llevaron de rehén, es pequeñita pero se sale en los juicios ¡te quiero Sonia!.
Bueno todo esto va para las 7 que son las siete magníficas, yo tengo mucha suerte de estar con ellas, sobre todo en esta época de mi vida, que me siento adulta y soy más insufrible para ellas, me aguantan y me enseñan a que no tengo que parar pues todavía valgo para esto, que es el compromiso y la solidaridad y como siempre que estoy con mi fregona y muy orgullosa de estar con personas que para mi son importantes, tengo que hacer mi reflexión.
¿qué pintamos todos si no estuvieran los más desfavorecidos? desgracia para ellos, pero que bien para nosotros que podemos estar juntos, que suerte de poder aprender del que no tiene, yo se que mi suerte ES ESA mi cariño para todos, pero hoy les toca a mis chicas a vuestra disposición la esteticién de los suelos muchos besos.

1 comentario:

  1. ¡Olé Carmen! y las abogadas, esta es una ventana desde la que nos haces sentir a tus maestros ¡Carmen te quiero!

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