domingo, 1 de mayo de 2011

La maternidad.

En el día de la madre yo también le doy a la fregona, a la lejía y al amoniaco, me hacen que lo flipé, os cuento:
Mi madre era una señora de los pies a la cabeza, era buena, guapa, inteligente... a pesar de eso, siempre la culpé de todos mis males, yo de pequeña me caí en el brasero y me quemé las manos, también la culpaba de mi pobreza, mi madre tubo 13 hijos yo la número 13, la mala pata pese a todo esto siempre la vi como una gallinita con sus polluelos, al paso del tiempo descubrí que mi madre solo sabía quererme, cuidarme, a mi y a mis hermanos, lo descubrí justo en el momento que yo tuve mi primer hijo, después vinieron los demás, pero repito, hace mucho tiempo, cuando yo tuve mis hijos, comprendí a mi madre, mis hijos es lo más, yo no se que se siente cuando tienes un tesoro, pero si se lo que es tener algo que sale de mi, algo mio, aunque sea mala la posesión, es tan grande que tienes vértigos cuando lo piensas.
Con el paso del tiempo y lo vivido cambié de opinión, no hace falta parir para sentir la maternidad, yo tengo la suerte de vivirlo con Manu y Kike, el concepto de maternidad me cambio, también cambió cuando vi a personas ejercer como padre y madres, personas muy cercanas a mi, por ejemplo, Javi, Enrique, Gorje, Cuca, Patuca... hay más personas, pero vale el ejemplo, las mujeres tenemos suerte, pues vivimos el parto, pero el parto en si no tiene importancia, es mucho más importante el ser gallinitas y dar la vida por tus polluelos, ¡qué suerte tuve al tener a mi madre! y que suerte tengo de tener 4 hijos: Paquito, Ana, Enrique y José Manuel, y doy gracias a mi madre por enseñarme a ser generosa como ella, por cierto, mi madre se llamaba María, recuerdo siempre sus besos, al igual quiero que recodéis los mios, de esta vuestra servidora la esteticién de los suelos, besos y cariños.

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